Una mano protectora
A medida que el tiempo transcurría en esa mezcla de amor y sacrificio, Macy fue testigo de cómo su entrega en la estación de rescate avivaba la llama de su verdadera pasión y desvelaba el propósito trascendental de su existencia: tender su mano protectora a aquellos seres animados, vulnerables y necesitados que tanto clamaban por auxilio. Ahí, en medio de esa trama conmovedora, encontró su verdadera esencia y se consagró a una causa que iluminaría su camino con una luz eterna.
Ayudando a los cachorros
Macy estaba emocionada de comenzar su trabajo en el centro de rescate y estaba ansiosa por hacer todo lo que pudiera para ayudar a los perros. Aprendió rápidamente todo lo que pudo sobre cómo cuidar a los perros preñados y se aseguró de que Bella recibiera la atención médica que necesitaba.