Todas son bonitas
Y es que cada mujer es bonita en algún aspecto, el hecho de intentar encontrar esa perfección insana no es algo real puesto que solo unas pocas cumplen los estándares establecidos por la sociedad en las diferentes épocas. La realidad es mucho más diversa y entretenida, si todos fuéramos iguales sería todo muy simple y muy aburrido. Cada mujer tiene unos atributos que la hacen única y esa es la magia del ser humano, que no hay dos iguales porque incluso los gemelos idénticos tienen diferencias entre ellos.
El paso del tiempo
El paso del tiempo nos ha enseñado que no siempre gustan las mismas cosas y es que el ser humano va cambiando según va evolucionando su sociedad, con la tecnología y los avances científicos y médicos y lo cierto es que lo que hace 100 años se consideraba bello, ahora quizás no lo es tanto puesto que no somos las mismas personas que hace un siglo. El pensamiento crece y cambia y así, la sociedad se mueve en parámetros muy diferentes de los que había entonces.